En un folleto especial titulado “Tres años de acción”, publicado esta semana por la Presidencia francesa, Nicolas Sarkozy defiende la dinámica de su acción presidencial y pone de relieve que “No es todavía el momento de hacer balances. Frente a los efectos de la crisis que perduran es en cambio el momento de la acción”. Para cumplir con las promesas de 2007 quedan todavía dos años de trabajo al gobierno, subraya Nicolas Sarkozy, que ha visto caer en los sondeos de forma vertiginosa su índice de popularidad, con sólo 34 % de opiniones favorables.
Sarkozy defiende su balance afirmando que “el nivel de vida de los franceses aumentó en 2009 cerca del 2,1%”. En su activo pone el Eliseo, sus reformas de la justicia y de la Constitución, y promete seguir adelante a pesar de la crisis, precisando que su prioridad es el empleo, que no ha cesado de aumentar en estos tres últimos años.
Sarkozy tiene dos años para torcer el timón y llevar a buen puerto su programa preparándose a ser candidato a su propia sucesión. Dos años que se verán reducidos a uno y medio, en cuanto empiece la campaña electoral para las presidenciales del 2012. Un corto periodo de tiempo en el que el Presidente tiene dos desafíos importantes: atenuar las consecuencias de la crisis griega en la zona Euro y realizar la reforma de las jubilaciones en Francia, que tropieza con la hostilidad de la oposición y de las organizaciones sindicales.
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