domingo, 25 de octubre de 2009

Amelie Poulain

Le fabuleux destin d'Amélie Poulain

Lunes 26 de Oct
20.30 hs
Sociedad Italiana
Dirección: Jean-Pierre Jeunet.
Año: 2001.Países: Francia / Alemania.
Duración: 120 min.
Interpretación: Audrey Tautou (Amelie Poulain), Mathieu Kassovitz (Nino Quincampoix), Rufus (Raphaël Poulain), Yolande Moreau (Madeleine Wallace), Artus de Penguern (Hipolito), Urbain Cancelier (Collignon), Maurice Bénichou (Dominique Bretodeau), Dominique Pinon (Joseph), Claude Perron (Eva).

SINOPSIS
Amelie (Audrey Tautou) es una persona que se ha creado su propia vida. Nacida en un entorno hostil a la felicidad, ha suplido faltas de cariño y de abundancia con una imaginación desbordante que convierte su existencia en una fábula, de encuentros y desencuentros, en la que ella se asigna el papel del hada buena, la que facilita las vidas de los demás con un toque de varita mágica. Pero un hada humana al fin y al cabo que se dará cuenta de que también ella necesita de sus poderes. Extraído de la Butaca




Nota: Diario la Nación

Ser tierno y sentimental tiene su premio
Sábado 19 de enero de 2002

El último film de Jean-Pierre Jeunet, "Amélie", se ha convertido en el mayor éxito del año en Francia. "Durante años -dice Jeunet- he recogido en mi computadora una lista de las cosas que me hacen feliz, desde observaciones personales hasta recuerdos. Muchas de esas pequeñas cosas, todas ellas positivas y mágicas, se han volcado de alguna manera en «Amélie»."
El film, la historia de una tímida camarera de Montmartre (Audrey Tatou) que finalmente sale de su personal mundo de sueños para aceptar el verdadero amor, se sirve desembozadamente del sentimentalismo. Jeunet manipula digitalmente las nubes parisienses para que parezcan animalitos de paño; en un montaje con música de acordeón, Notre Dame, veteada por el sol, centellea en el fondo mientras Amélie y su amante pasan por delante en moto, colmados de dicha.

Lo que Jeunet llama "la trama principal" es una crónica de los elaborados medios por los cuales Amélie logra impedir un examen de su propia soledad ayudando en secreto a otros. A su manera, Amélie es tan entrometida como la Emma de Jane Austen, con la diferencia de que todas sus maquinaciones son exitosas. En una escena conmovedora produce una carta falsa que convence a su vecina, una viuda deprimida, de que su marido abandónico en realidad la amaba. Lluvia de cartas
"Cuando me mudé a París -recuerda el director- vivía en un vecindario donde había un centro para ciegos. Todo el tiempo había ciegos en la calle, y siempre deseé caminar silenciosamente detrás de uno de ellos y describirle todas las cosas maravillosas que nos rodeaban, los colores que él no podía ver, para después alejarme. Pero me da miedo hacerlo. De modo que Amélie lo hace en mi lugar."
En Francia, las buenas acciones de Amélie han inspirado a muchos imitadores en la vida real. "He recibido muchas cartas de personas que desean actuar como Amélie -dijo Jeunet con orgullo-. Una persona decía que cortaba en secreto el césped de una anciana que vive enfrente de su casa. Y una chica me cuenta en su carta que se sentó junto a una ciega en el autobús y le describió todo lo que se veía por la ventanilla. Esas cosas están ocurriendo ahora en París, y me parecen maravillosas."
Jeunet, que tiene 48 años, llegó a París a los 20, desde su ciudad natal, Nancy. Inmediatamente empezó a hacer "películas cortas y raras" con una cámara de súper 8. Lo último que se le ocurría hacer era un film de la nouvelle vague. "La nouvelle vague -dice el director- fue realmente terrible para el cine francés. En mi juventud, me aburría tremendamente con esas historias tan tristes, películas sobre parejas que peleaban en su cocina durante dos horas.
La necesidad de control del realizador, por otra parte, prolongó el trabajo de posproducción. "Casi todos los cuadros fueron alterados para embellecerlos -se justifica-. Como filmamos en digital, pude hacer cosas como intensificar el color, eliminar la basura de las calles y agregar muchos efectos especiales. Fue grandioso."
Cuando "Amélie" se estrenó en Francia, el año último, algunos críticos se sorprendieron por su tono agresivamente optimista. ¿Era éste el mismo hombre que había creado, en "Delicatessen", un relato apocalíptico de canibalismo? "Hace mucho que quería hacer un film así -confiesa Jeunet-, pero era imposible con Marc, que siempre se avergüenza con la emoción y detesta las historias de amor. Así que me dije: esto tendré que hacerlo solo.

"Estar lejos de Francia me hizo echar de menos un París de cuento de hadas, el París de mi juventud. Por eso el Montmartre del film tiene tantos efectos visuales. Es pura nostalgia, y no veo nada de malo en eso."
Jeunet es integrante del grupo de "Galywood" (el Hollywood galo), formado por directores franceses, como Luc Besson, que se inspiran más en Spielberg que en Godard. Por cierto, Jeunet no es un artista intelectual. Dice que no lee, "salvo en vacaciones", y aunque "Amélie" se inspiró en parte en "Los 400 golpes" de Truffaut (que también transcurre en Montmartre), su sensibilidad intensificada está más próxima a la extravagancia pop de "Moulin Rouge", de Baz Luhrmann.

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