jueves, 3 de junio de 2010

Jean Cocteau

Poeta, novelista, dramaturgo, diseñador, autor de libretos y director de cine francés, cuya versatilidad, falta de convencionalismo y enorme producción le proporcionaron fama internacional. Estuvo asociado con el movimiento surrealista y su obra ejerció gran influencia en la de otros muchos escritores. Cocteau nació el 5 de julio de 1889, en Maisons-Laffitte, cerca de París. Consentido por su madre (su padre se suicidó en 1898), fue mal estudiante y su falta de interés eclipsó su talento. Abandonó la escuela y fue a París. A los dieciséis años, Cocteau conoció al actor Édouard de Max, que le lanzó como poeta. Max invitó a un grupo de personas selectas que asistió a una lectura de poemas de Cocteau el 4 de abril de 1908. Su primer libro de poemas, La lámpara de Aladino, apareció en 1909 y rápidamente le situó como un escritor importante. Cuando los Ballets Russes se establecieron en París, en 1909, su gran empresario -Sergei Diáguilev- entró a formar parte del círculo de Cocteau e hizo que el poeta participara en el teatro. Cuando Cocteau le expresó su deseo de crear ballets, Diáguilev le desafió: “Sorpréndeme”. Diáguilev dirigió libretos de ballet de Cocteau: Parade (1917, con música del compositor francés Erik Satie) y Le Boeuf sur le toit (El buey en el tejado, 1920, con música del compositor francés Darius Milhaud). Durante la Primera Guerra Mundial Cocteau sirvió en la Cruz Roja como conductor de ambulancias. Durante ese mismo periodo conoció a Guillaume Apollinaire, Pablo Picasso, Amedeo Modigliani, y muchos otros escritores y artistas con los que colaboraría más tarde o que influirían en su vida. En 1923, Cocteau consumió opio, una experiencia que describió en Opio (1923) y que le obligó a pasar un periodo de recuperación en un sanatorio. Durante este tiempo escribió algunas de sus obras más importantes: Orfeo (1927) y La máquina infernal (1934), la novela Los niños terribles (1929) y su primera película, La sangre de un poeta (1930). Las películas de Cocteau, en su mayoría escritas y dirigidas por él, fueron especialmente importantes en la introducción del surrealismo en el cine francés. Varias de ellas han llegado a ser consideradas clásicas del cine moderno. A pesar de sus éxitos en prácticamente todos los campos artísticos, Cocteau insistió en que era ante todo un poeta y que todas sus obras eran poesía. Murió en Milly-la-Fôret, cerca de Fontainebleau, el 11 de octubre de 1963.

"Hay casas y existencias que asombrarían a las personas razonables. No comprenderían que un desorden que apenas si parece que va a durar quince días pueda continuar durante varios años. Pero esas casas y esas existencias problemáticas se mantienen tan campantes, numerosas, ilegales, contra lo que se podía esperar. Pero en lo que la razón no se equivocaría es en que si la fuerza de las cosas es una fuerza, ella las precipita en su caída. Los seres singulares y sus actos sociales son el encanto de un mundo plural que los expulsa. Se angustia uno por la velocidad adquirida por el ciclón en que respiran estas almas trágicas y ligeras. Esto empieza por unas niñerías; al principio no se ven más que los juegos"

Fragmento de "Les enfants terribles". Jean Cocteau. 1929.


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