Prof. Lili Gaido
Los primeros modelos de la “dos caballos” Citroën aparecen en 1948 y a partir de los años cincuenta se encuentra a este extraordinario automóvil en todas las rutas de Francia.
Económico, incansable, provisto de un motor con una simplicidad asombrosa y con un mantenimiento prácticamente nulo, capaz de recorrer todo tipo de terrero gracias a su excepcional suspensión, la 2 CV tuvo una aceptación única en la historia del automóvil.
Conducir una 2 CV es toda una experiencia; la capota de tela que la recubre puede enrollarse en pocos segundos, cabecea como un barco, se inclina en las curvas, se encabrita como un caballo, su motor ruge al aminorar la marcha. Jamás un auto me ha parecido más orgánico, ni más humano.
Es así que la 2 CV se convirtió no sólo en un automóvil para quienes desean viajar a bajo costo y con humor, sino también en un estilo de vida.
Económico, incansable, provisto de un motor con una simplicidad asombrosa y con un mantenimiento prácticamente nulo, capaz de recorrer todo tipo de terrero gracias a su excepcional suspensión, la 2 CV tuvo una aceptación única en la historia del automóvil.
Conducir una 2 CV es toda una experiencia; la capota de tela que la recubre puede enrollarse en pocos segundos, cabecea como un barco, se inclina en las curvas, se encabrita como un caballo, su motor ruge al aminorar la marcha. Jamás un auto me ha parecido más orgánico, ni más humano.
Es así que la 2 CV se convirtió no sólo en un automóvil para quienes desean viajar a bajo costo y con humor, sino también en un estilo de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario